Tecnología | Robots | 29-Oct-15

Abejas Robot para garantizar la polinización

Las abejas, responsables de la polinización de cerca de un tercio de toda la comida que consumimos, han estado muriendo a un ritmo sin precedentes, debido a un…

Beatriz Romanos

Las abejas, responsables de la polinización de cerca de un tercio de toda la comida que consumimos, han estado muriendo a un ritmo sin precedentes, debido a un misterioso fenómeno denominado Trastorno de Colapso de la Colonia (CCD, por sus siglas en inglés). La situación es tan seria que el pasado mes de junio, la Casa Blanca creo un equipo al que dio 180 días para que diseñara una estrategia para proteger a las abejas y otros polinizadores. Esta crisis se atribuye una combinación de enfermedades, parásitos y pesticidas.

Entre tanto, otros científicos, están trazando una vía alternativa para afrontar el problema: sustituir a las abejas. Puesto que no hay una solución perfecta, la tecnología moderna ofrece una esperanza.

Abeja Robot. Harvard University
Abeja Robot. Harvard University

Investigadores de la Universidad de Harvard, dirigidos por el profesor Robert Wood, trabajan en los RoboBees, robots del tamaño de una abeja con la capacidad de despegar y revolotear en el aire (conectadas a una fuente de energía).

El proyecto representa un avance muy relevante en el campo de los micro-vehículos aéreos. Hasta ahora, había sido imposible incorporar en una estructura tan pequeña todos los elementos que permiten volar a un robot, y mantenerla ligera. Los investigadores creen que en 10 años, estos RoboBees o Abejas Robot, podrán polinizar artificialmente un campo de cultivo.

La Casa Blanca considera que la perdida de abejas y otras especies “requiere atención inmediata para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema de producción de alimentos y evitar un impacto económico mayor en el sector agrícola, así como proteger la salud del medio ambiente.” Solo la miel de abeja aporta un valor de $15.000 millones anuales al sistema agrario de EEUU. En España, el valor de la producción mielera se estima en el 0,2% de la Producción Final Agraria.

Abeja Robot. Harvard University
Alas de una Abeja Robot. Harvard University

Pero las Abejas Robot no son todavía una solución viable. Primero, los pequeños robots tienen que ser capaces de volar por sí mismos y “hablar” entre sí para llevar a cabo tareas como un construir una colmena.

“Las Abejas Robot trabajarán mejor cuando puedan actuar como enjambres de miles de individuos, coordinando sus acciones sin necesidad de confiar en un líder”, explica Wood. “La colmena debe ser suficientemente resistente para que el grupo pueda cumplir sus objetivos aunque muchas abejas mueran.

[pull_quote_left]Las abejas robot deben incorporar «músculos de vuelo”, sensores y una batería en menos de un gramo.[/pull_quote_left]Afrontar los retos del CCD son la inspiración inicial para crear estas abejas robóticas, sin embargo, su objetivo no es sustituir definitivamente la polinización natural de las abejas. Más bien se trata de una medida puente, hasta que se encuentre una solución real al problema de la muerte de las abejas.

RoboBee. Harvard University/Kevin Ma/Pakpong Chirarattananon
Detalle del mecanismo de una RoboBee. Harvard University/Kevin Ma/Pakpong Chirarattananon

Los investigadores están trabajando para conseguir que el robot sea completamente autónomo. Es decir, que pueda volar sin tener que estar conectado ni ser dirigido. Para ello, tienen que incluir en estos micro-dronesmúsculos de vuelo”, sensores y una batería, y que todo ello pese menos de un gramo.

El objetivo es que se pueda crear una auténtica colmena capaz de cumplir las mismas tareas que las abejas naturales, es decir, ir de flor en flor tomando y depositando polen. Aunque no tendrían que recolectar el néctar, como las abejas reales. Se limitarían a la función polinizadora. Pero para ello, es necesario, además, que sean capaces de volver a un punto a recargar sus baterías. Todavía se está en una fase temprana de investigación en este aspecto, pero sus responsables creen que, con la suficiente inversión, podría ser una realidad en 10 o 15 años.

*FUENTE: MAGRAMA.


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