Sostenibilidad | Ecosistema | 17-May-19

Rajiv Shah, Presidente de la Fundación Rockefeller: «El sistema de alimentación está enfermo»

El presidente de la Fundación Rockefeller, el Dr. Rajiv Shah considera que el sistema de alimentación está enfermo, y para ello, se apoya en algunos datos: 400 millones…

Beatriz Romanos

Durante varios años, en la presidencia de Barak Obama, Rajiv Shah fue administrador de USAID -la Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional. Fue confirmado y reconocido unánimemente por ambos partidos, tanto en el Congreso como en el Senado, por reorganizar las operaciones de esta institución. Tras su paso por la administración Obama, fundó Latitude Capital, dedicada a promover oportunidades en los ámbitos de infraestructuras y energía en África y Asia. Ha desarrollado una larga carrera en el campo de la filantropía en organizaciones como la Fundación Bill y Melinda Gates y, en este momento, como Presidente de la Fundación Rockefeller.

Durante su presentación en Seeds&Chips 19, el Dr. Shah, afirmaba que el sistema de alimentación está enfermo, y para ello, se apoya en algunos datos: 400 millones de personas sufren diabetes en el mundo; el principal riesgo de muerte procede de la dieta -por delante del tabaco o la contaminación; los riesgos más altos están relacionados con el excesivo consumo de sal, y el bajo consumo de granos integrales, frutos secos y verduras. Habló también del concepto de «alimentos protectores» como clave para la salud de las personas, y del planeta.

Hemos tenido la oportunidad de charlar con Rajiv Shah sobre su visión acerca de la innovación y el food tech pueden ser agentes de cambio ante estos retos. Compartimos a continuación un extracto de esta conversación.

Dr. Rajiv Shah, Presidente de la Fundación Rockefeller durante un momento de la entrevista

Entrevista a Rajiv Shah, durante Seeds&Chips 19

¿Está realmente el sistema de alimentación roto?

Creemos que el sistema está roto porque dos motivos: nos enferma como población y destruye el medio ambiente por la forma en que producimos los alimentos. Especialmente el ganado y la proteína de origen animal.

Así que nuestros objetivos como Rockefeller Foundation pasan por continuar invirtiendo en la mejora de la productividad en agricultura, para acabar con el hambre. Pero también en soluciones sostenibles y saludables que ayuden a prevenir la ola de enfermedades crónicas que se avecina en las próximas 3 décadas.

¿Cuál es el papel que la innovación y la industria food tech puede jugar para lograr estos objetivos.

Siempre hemos pensado que la ciencia, la tecnología y la innovación es la solución crítica para estos problemas y estos retos. Ahora mismo, disciplinas como data science y data analytics permite una producción mucho más eficiente. Las fronteras en la producción de proteínas nos permite hablar de carnes alternativas y producción sostenible de proteínas. Y los avances en la ciencia de la nutrición nos permiten entender la necesidad de aumentar el consumo de ciertos «alimentos protectores».

¿Está la Rockefeller Fundation trabajando en algún caso concreto?

Sí, estamos colaborando e invirtiendo en algunos de estos innovadores tanto en EEUU como a nivel global. Por ejemplo, proyectos de innovación para transformar el food waste (desperdicio alimentario) en alimento para ganado. El uso de big data para mejorar la logística de la cadena de suministro y reducir las pérdidas post cosecha, especialmente en África o Asia.

Otro área en la que la Rockefeller Foundation está invirtiendo es la innovación en el área de nutrición. Que nos ayude a entender como la dieta afecta a nuestra salud y, en última instancia, causa las enfermedades crónicas que están desbordando los sistemas de salud en todo el mundo.

Cómo pueden colaborar agencias gubernamentales, fundaciones, corporaciones y startups para fomentar la innovación en este sentido?

Creemos firmemente en la colaboración público-privada y creemos que puede generar resultados increíbles. En mi etapa en la administración Obama creamos un programa llamado Feed the Future que redujo la pobreza un 23% y la malnutrición infantil un 32% en las áreas en las que se implantó de 19 países de todo el mundo.

Hemos invertido en este tipo de colaboraciones público privadas durante más de 100 años. Y seguiremos invirtiendo para hacer nuestro sistema de alimentación más saludable y sostenible.

¿Es compatible la rentabilidad social con la rentabilidad económica?  ¿Puede ser una oportunidad de negocio?

Creo que muchos emprendedores, líderes empresariales y corporaciones quieren tomar parte en la construcción de un sistema de alimentación que sea sostenible para el planeta y saludable para las personas. Es algo a lo que aspiran, además del beneficio. Y pienso que es crítico mantener esta rentabilidad. Los casos que he citado, por ejemplo, son todos rentables.

¿Cuál es su visión del sistema de alimentación en el medio y largo plazo?

A medio plazo veo que si podemos hacer un cambio radical en el consumo de «alimentos protectores», podemos reducir las emisiones de carbono unas 25GT y salvar más de 4 millones de vidas al año. Ese es el objetivo, y creo que es posible.


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