Destacado | Startups | 15-Abr-24

Heura: ahora somos más una empresa de innovación alimentaria

Entrevista a Marc Coloma, Co-fundador y CEO de Heura, tras su ronda de €40m y su movimiento hacia el mercado B2B.

Beatriz Romanos

Tras cerrar la ronda más abultada de la categoría plant-based en los últimos tiempos (Serie B de 40 millones de euros), Heura ha presentado sus cuentas anuales con volumen de negocio en 2023 de 38,3 millones de euros, casi un 22% más que en 2022, cuando generó 31,4 millones. No son los crecimientos del año anterior, cuando escalaban un 80%, pero son destacables si tenemos en cuenta el contexto de ralentización en el consumo y fuerte corrección inversora que sufre la categoría, y que han llevado a la startup barcelonesa a apretar el cinturón de su ambicioso plan de hiper-crecimiento, en pos de la rentabilidad. Entre tanto, está pendiente de la aprobación definitiva de la patente solicitada en 2023 sobre la novedosa tecnología desarrollada internamente y que permite producir productos de base vegetal “etiqueta-limpia”. Una línea de trabajo que ha permitido a Heura abrir su modelo de negocio hacia el mercado B2B. Hablamos con el co-fundador y CEO de Heura, Marc Coloma, sobre este especial momento y las perspectivas de futuro de la compañía y la categoría.

Entrevista Marc Coloma, co-fundador y CEO de Heura

¿Qué factores crees que os han permitido puntuar allí donde otros están teniendo dificultades?

Hemos hecho un diagnóstico muy profundo de en qué estábamos fallando como categoría y cuál podía ser nuestro rol. Nos hemos planteado cómo podíamos eliminar las fricciones del consumidor para que entre en la categoría. Y decidimos apostar por dos elementos: por una parte, mejorar indicadores clave como la penetración o la repetición. Por otra parte, apostar por la innovación tecnológica para mejorar sensorial y nutricionalmente los productos.

Esto supone una evolución en vuestro modelo de negocio, fundamentalmente orientado al consumidor final desde vuestros inicios, hacia el B2B

Con la experiencia de estos primeros años de actividad, nos dábamos cuenta de que, para lograr nuestro propósito de sacar a los animales de la ecuación, necesitábamos generar alimentos más balanceados y con mejor perfil sensorial. Eso nos llevó a generar nuestro propio know how y tecnología sobre funcionalización de proteínas, a convertirnos en un agente tecnológico. Gracias a este giro, ahora nos vemos menos como una empresa de carne vegetal y más como una empresa de innovación alimentaria.

Nos vemos menos como una empresa de carne vegetal y más como una empresa de innovación alimentaria.

Heüra presentó una solicitud de patente de esta tecnología el abril de 2023, ¿cómo avanza?

De momento tenemos la opinión positiva sin restricciones a nuestros claims por parte de la Oficina de Patentes Europea, lo cual es una buena señal. Esperemos estar ya cerca de la protección internacional.

¿Cómo visualizas ese nuevo papel de agente tecnológico?

Aunque comenzamos como una marca, luego comenzamos a invertir en ciencia y tecnología. Actualmente de los 100 empleados de la compañía el 25% están dedicados a I+D, lo que no es habitual en la industria alimentaria, o se entiende como calidad y desarrollo de producto. Nosotros buscamos generar conocimiento y tecnología propios. Y al hacerlo, nos hemos dado cuenta de que no tiene sentido que sean solo para nuestro negocio.  Así que estamos desarrollando alianzas con actores en nuestra categoría, en ámbitos a los que no podemos ir, o en otras categorías, como los quesos, lácteos. Hasta ahora, los quesos vegetales, llevaban alimidones o grasas modificados, carbohidratos, etc. Un problema que con nuestra tecnología podemos abordar.

La tecnología y el conocimiento desarrollados (y en camino) nos permiten resolver retos más allá de nuestra categoría

Junto a fondos especializados en alimentos alternativos,  en esta ronda se ha sumado Upfield, la compañía  productora de alimentos plant-based más grande del mundo, con marcas como Flora. ¿Qué supone para Heura?

Upfield se incorpora con un acuerdo de colaboración, además de inversor. Esto supone mover el foco de nuestra visión y misión. La estructuración con proteínas genera grandes oportunidades, es ahí donde está la apuesta. Queremos construir una plataforma donde probar mucha innovación y tecnología aplicada a producto, abierta a otras compañías. Y eso requiere inversión para la escalabilidad internacional. De momento, en los próximos 12 meses, tenemos previsto registrar más de cinco patentes nuevas con hipótesis que estamos actualmente validando.

¿Cómo convive este enfoque de agente tecnológico con vuestro modelo de negocio B2C?

Para empezar, estas tecnologías nos permiten más capacidad competitiva en nuestro negocio para resolver las barreras que mencionábamos antes. Por otra parte, nos abre mucho la visión de innovación en nuestra categoría y nos permitirá ampliar y profundizar nuestro portfolio propio.

Entre tanto, seguiremos trabajando en el negocio B2B que tiene unos ciclos mucho más lentos, en torno a dos años, basados en acuerdos de transferencia tecnológica y posterior salida al mercado.

Tenemos previsto registrar más de cinco patentes nuevas en los próximos 12 meses.

La entrada de estos nuevos socios y el panorama actual también ha tenido impacto en los planes de crecimiento e internacionalización de Heura. ¿En qué sentido?

Hemos priorizado la robustez financiera al crecimiento internacional. Queremos ser el campeón en el sur de Europa que es donde vamos a invertir más. Para lograrlo, nos hemos replanteado todo desde la estructura al modelo de llegada al mercado, la logística o la simplificación del portfolio. Todo ello en busca de la máxima eficiencia y para asegurarnos llegar antes a la independencia financiera. Ya estamos en rentabilidad en España, esperamos que el resto de los países -excepto Francia- lo logren a lo largo de este año, y en 2025 la compañía al completo. Ahí los números nos acompañan, tenemos la rotación más alta del mercado en productos como el loncheado, más de un 50% de repetición en general y un crecimiento estimado de dos dígitos en 2024.

Queremos construir una plataforma donde probar mucha innovación y tecnología aplicada a producto, abierta a otras compañías.

2023 ha sido duro para la industria plant-based. Con algunos cierres, empresas que están en dificultades. ¿Cómo lo estáis viviendo?

Hemos experimentado algo parecido a la fiebre del oro, en la que parecía que cualquier cosa que se lanzara valdría, con tal de no perderse una ola. Pero muchos productos no han llegado a cumplir las expectativas de sabor y experiencia sensorial. Eso ha hecho que las cifras de repetición, en general, no sean satisfactorias, e incluso que algunos consumidores se hayan sentido desilusionados.  Sin embargo, todo esto forma parte de la naturaleza de cualquier categoría que ha acelerado mucho en poco tiempo.

Usaremos nuevos procesos de fermentación para impulsar el sabor, y de upcycling para reducir el coste de ingredientes clave

Recientemente la Generalitat de Catalunya ha abierto un expediente sancionador por la nomenclatura de vuestro producto “Merlvuza”.

De momento solo es un expediente, en el que no se ha producido una resolución. Una vez más, forma parte de algo inherente a las empresas de innovación. La industria del statu quo se asusta por lo nuevo y genera presiones. Pero habrá que ver como acaba. La realidad es que nosotros nos esforzamos siempre por cumplir la normativa, y yo nunca he visto informes de consumidores confundidos. En el fondo, no estamos obsesionados con los nombres, sino con crear productos más sostenibles. Estaremos encantados de publicar en nuestro etiquetado el impacto de CO2, por ejemplo. Eso sí es importante.

¿Cuál es tu visión del futuro de la categoría plant-based?

La consolidación será inevitable, y se mantendrán los productos o las marcas que realmente forman parte de la vida de la gente. Deberá continuar la mejora de la calidad de los productos especialmente en textura y sabor, para hacerlos más fáciles y divertidos, ahí hay bastante recorrido, así como en precio. Tendremos que apoyarnos en nuevas tecnologías. En el caso de Heura, tenemos previsto usar nuevos procesos de fermentación para impulsar el sabor, y de upcycling para reducir el coste de ingredientes clave y mejorar el impacto en la naturaleza. También veremos la aparición de nuevos productos en categorías que no existían o en las que no había presencia de alimentos de base vegetal.


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